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Ciego de Ávila, 26 ene (ACN) Los trabajadores del combinado de Ceballos y otras dos  fábricas de la provincia de Ciego de Ávila, comenzaron el proceso industrial de tomate, con el objetivo de producir unas 32 mil toneladas de un alimento que sustituye importaciones.


El ingeniero Yusvany Cárdenas Benítez, subdelegado de la Agricultura en el territorio, dijo hoy a la prensa que la industria de Ceballos se propone repetir sus resultados del año anterior cuando logro 22 mil toneladas, cuatro mil por encima de lo previsto.


Agregó que otras dos plantas de Florencia y Majagua iniciaron la campaña, dos localidades cuyos campesinos se han especializado en el fomento de variedades de poca semilla, abundante pulpa y buenos rendimientos.


Aunque las lluvias de septiembre y octubre perjudicaron los viveros, y en este mes  la cosecha, las más de dos mil hectáreas plantadas son suficientes para abastecer la  maquinaria fabril y los centros de comercialización.


El propósito de los agricultores estatales y del sector cooperativo-campesino es acopiar en la actual campaña, que termina en abril, unas 64 mil toneladas del vegetal, cuatro mil más que el año anterior, cifra récord del 2000 a la fecha, puntualizó Cárdenas Benítez.


Aproximadamente el 90 por ciento de lo fijado en la actual cosecha está otra vez en manos de los campesinos y cooperativistas, informó Frank Güemes, del buró provincial de la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (Anap).


Los “anapistas” de Majagua figuran entre los más experimentados en ese cultivo en el país y aspiran a sostener su liderazgo en el suministro del fruto a las fábricas, añadió Güemes.


Ciego de Ávila también se distingue en la recogida del tomate fresco para ensalada, el que más demanda la población, pero la libra que ofertan los revendedores tiene un precio de entre ocho y 12 pesos, ligeramente por debajo de la tarifa en diciembre.


Acabo de comprarle a un carretillero dos tomates de mediano tamaño y me costaron cinco pesos en total, demasiado para esta época, afirmó Bárbara Martínez, ama de casa en la capital avileña.    

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